juegos sexuales para hacer con tu pareja y disfrutar al máximo

Todo juego sexual debe ser consentido por todos los participantes, en este caso, por ambos miembros de la pareja, como decimos una y otra vez en terapia sexual y de pareja a diario.

Por todos y todas es conocido que la rutina suele ser necesaria para nuestra vida cotidiana pero existe un peligro… puede convertirse en monotonía. Las personas tendemos a hacer siempre lo mismo y a dejarnos atrapar por la rutina y eso puede conducirnos a esa monotonía. Y cuando nuestra sexualidad entra en el terreno de la monotonía… la chispa puede desaparecer. Cuando relacionamos el sexo con algo aburrido, no nos apetece repetir… Por eso puede ser bueno recurrir al juego sexual para romper ese aburrimiento e impedir que dejemos de gozar de nuestra sexualidad.

Ya lo he probado todo en lo que a las fantasías sexuales se refiere.

Nunca más lejos de la realidad diría yo siempre….

Tendemos a pensar que en materia de sexo todo lo que sea planificado o pactado es menos divertido, menos lúdico, menos pasional y menos de verdad, pero para nada es así, más bien al contrario. Si hemos quedado con nuestra pareja para tener un encuentro especial, uno en el que sabemos que vamos a hacer cosas nuevas, ¡vamos a estar pensando en ello hasta que llegue el momento en cuestión! No hay nada que alimente más el deseo que pensar en sexo, anticipar en el pensamiento lo que vamos a hacer: es como pre-saborear el postre que sabes que te vas a pedir en tu restaurante favorito.

Además, elegir el plan y prepararlo todo juntos ya puede ser algo placentero: no es lo mismo tomar unos vinos mientras hablas de cómo quieres que te haga tal cosa o te cuente de lo que le pone la idea de… que hablar de a quién le toca el baño esta semana.

Atrás quedaron los tiempos en los que la mujer jugaba un rol estrictamente pasivo y sus deseos sexuales no cabían ni siquiera dentro de su imaginación.

Para avivar la pasión en una relación, para sentirse sexy, para darle un poco de compañía a las noches de soledad, para mantener la sensualidad cuando la pareja está lejos, para provocar nuevos encuentros… Las fantasías sexuales sirven para todo lo que puedas imaginar pues son un juego mental que te permite cumplir tus deseos en un ambiente de erotismo en el que no tienen cabida los miedos o el recato. Las hay desde las más ‘lícitas’, es decir aquellas que incluyen a la pareja, hasta las más desenfadadas y excitantes que tienen que ver con dominación, extraños e incluso homosexualidad.

Fantasías Sexuales y los Secretos de alcoba

Las fantasías sexuales son imágenes, ideas, sentimientos que generan una emoción y una excitación sexual. Facilitan el equilibrio psicológico porque aceptarlas como potenciadoras del deseo y de la excitación, permite que el placer sea más intenso y que la sexualidad se viva de forma más abierta. Las fantasías sexuales surgen del resultado de la suma de nuestras vivencias y nuestra imaginación.

Existen dos tipos:

Creativas: que tienen como objetivo enriquecer una relación sexual y despertar el deseo sexual.
Anheladas: que hacen referencia a cosas que te gustaría que te pasaran.

El cine erótico o la literatura erótica son grandes fuertes de imaginación para las fantasías eróticas. Las fantasías sexuales son pensamientos de alto contenido erótico sobre aquellas imágenes que hemos vistos en una película, que hemos leído en un libro, que imaginamos, que deseamos, que nos aumentan la excitación; una vez llevadas a la práctica pierden el cariz de fantasía puesto que lo que era un deseo, se ha convertido en realidad. Con lo cual es necesario y muy conveniente tener muchas fantasías sexuales para utilizarlas en cualquier momento.

1,2,3 y acción. crea tu fantasía sexual

Imagina un lugar que te resulte atractivo, en el que estés tranquilo/a y cómodo/a, un lugar que consideres el mejor para tener un encuentro íntimo, ponle una música que te resulte erótica o te sugiera algo sensual.
Imagina y piensa en lo que te gustaría que tu pareja te hiciera o cómo te gustaría que te acariciara y dónde o cómo te gustaría que te besara y dónde o cómo te gustaría que te lamiera y dónde o cómo te gustaría que te chupara y dónde o….
Aquí puedes incluir todo lo que pienses y te guste; nunca mejor dicho: ¡las fantasías al poder!.
¿Eres capaz de imaginártelo? Si es así, vamos bien, porque eres capaz de imaginar.

Unir fantasías y creatividad nos llevará a idear posturas nuevas, nuevos juegos eróticos, nuevas formas de actuar, incluir pequeñas sorpresas que ilusionen a nuestra pareja, esas que sabemos que le gustan y que no se espera….. o que te ilusionen a ti, la cuestión es hacer algo diferente a lo habitual.

No debemos olvidar que también nos excita el hecho de imaginar lo que a nuestra pareja le gusta, porque viendo cómo disfruta es otra forma de disfrutar nosotros.

Debemos pararnos a pensar en lo importante que es que nos conozcamos a través de la autoexploración que nos facilita la masturbación y el autoerotismo, a través del cual conocemos nuestro cuerpo, nuestras zonas erógenas y, por supuesto, es el mejor banco de pruebas para poner en práctica nuestras fantasías sexuales.

La creatividad en la relación de pareja invita a explorar

…y a descubrir nuevas formas de diversión sexual. Diversión que nos lleva, sin querer, a buscar el juego erótico, no sólo con las miradas, los besos, las caricias, si no a través del uso de juguetes eróticos, el sólo hecho de nombrarlos tal cual o de pensar en ellos, provoca una risa picarona y divertida, una curiosidad irrefrenable, intentando saber más de ellos, conocerlos y, arriesgarnos, a utilizarlos y, una vez que se utilizan, sólo pensamos en el próximo encuentro para volver a disfrutar de una combinación mágica y extraordinaria: el juego y el placer.

Existen muchos juegos eróticos que permiten una mayor conexión entre la pareja debido a la unión del sentido del humor, la risa, la diversión, con lo cual se disfruta doblemente del encuentro sexual.

Esos juegos eróticos se pueden complementar con el uso de juguetes eróticos

…de los que existen una gran variedad de ellos en el mercado; ya de por sí, acudir a una tienda erótica o un sex-shop, se convierte en una experiencia divertida por el mero hecho de imaginar y fantasear con la utilidad o el uso o los diferentes usos que se le puedan dar a los juguetes sexuales. Conviene recordar que siempre debemos utilizar juguetes sexuales que cumplan las normas de seguridad establecidas, es una buena forma de disfrutar del sexo seguro y sin riesgos para nuestra salud sexual y general.